Pensamiento de la semana
Para un meditador que sabe preservar su libertad interior en todas las circunstancias y nunca se distrae del reconocimiento de la naturaleza de su mente, no hace mucha diferencia residir en la soledad de un ermitaño en el Himalaya o estar inmerso en los atascos de tráfico en París. Pero hasta que no hayamos alcanzado un grado mínimo de estabilidad en nuestra práctica, no podremos mantener el mismo estado mental tanto en un atasco de tráfico en París como en un lugar donde todo lo que percibimos favorece la paz interior. [...] Por lo tanto, es bueno tomar tiempo para cultivar nuestros recursos internos en circunstancias que faciliten este entrenamiento.
Matthieu Ricardcarnets d'un moine errant p.693
