Hoy quisiéramos darle la palabra a nuestro amigo Ilios Kotsou, quien con justa razón, llama la atención sobre un aspecto que es generalmente olvidado y es aquel del sufrimiento del pueblo griego a causa de las malversaciones de algunos dirigentes y de las grandes instituciones financieras mundiales (ver el reportaje de Marc Roche, periodista de Le Monde: “Goldman Sachs, el banco que dirige el mundo”, presentado en Arte, el cual muestra como ese banco superpoderoso obtuvo 600 millones de dólares en beneficios, al mostrar a las autoridades financieras griegas como engañar a la comunidad europea y al resto del mundo con respecto a su situación financiera).
Todos somos griegos, europeos, humanos…
“En un nivel secundario, existen muchas divisiones, muchas barreras. Pero cuando hablamos de 6 millones de seres humanos, debemos ir hasta el nivel en el que simplemente somos seres humanos. Desde mi punto de vista, el problema más grande es que damos demasiada importancia al nivel secundario, a las diferencias y olvidamos la unidad entre todos los seres humanos”- El Dalai Lama.
En este día tan importante para Europa, ¿cómo nos definimos a nosotros mismos?, ¿cómo definimos a los “demás”?. En muchos artículos y comentarios de periódicos son frecuentes los discursos de estilo: “los griegos manejaron mal sus finanzas y por lo tanto deberían pagar por ello”. ¿Quiénes son esos “griegos” o quiénes son los “emigrantes”?. ¿A caso ellos o ellas, no son hombres o mujeres que como nosotros buscan la felicidad, que buscan alimentar a sus familias, darle lo mejor a sus hijos y encontrarle sentido a su existencia?
El hecho de reducir los seres humanos a un grupo caracterizado por ciertos estereotipos (son « tramposos », « perezosos ») tiene como efecto el alejarnos de la empatía, de nuestra humanidad común y sirve para justificar una situación que va contra nuestros valores. Y cómo no sentirse afectado por la suerte de seres humanos que viven en un país europeo donde la pobreza ha aumentado rápidamente, donde 800.000 personas viven sin acceso a la cobertura de salud, o donde la mortalidad infantil, la depresión y los suicidios han aumentado considerablemente…
Si nos dejamos dirigir por el miedo, el riesgo es que nos alejemos de nuestra empatía y que justifiquemos nuestro egoísmo estigmatizando al “outgroup” (así se califica a los “demás” en el ámbito de la investigación en psicología social, es decir, a aquellos que no hacen parte del grupo con el cual nos identificamos). Y luego buscamos una justificación que nos dé la razón. Si “los griegos” sufren es porque se lo merecen, porque se aprovecharon, porque hicieron trampa. Si los “emigrantes” son rechazados en nuestros países o mueren durante el viaje es porque vienen de culturas perezosas, corrompidas…Y esos son sólo dos ejemplos, entre muchos otros.
Lo que ocurre en Grecia hoy en día, constituye una oportunidad para resaltar una alternativa formidable frente a la exclusión, que comienza con el reconocimiento de nuestra comunidad humana. Antes de ser belgas, griegos, franceses, alemanes, nigerianos o nepaleses, ¿no somos todos seres humanos y emigrantes eternos?
Ilios Kotsou
Centro de investigación en psicología social e intercultural [Center for Social and Cultural Psychology] (CRPSI)
www.ilioskotsou.com
http://www.facebook.com/kotsou
http://www.emergences.org