La meditación esencialmente significa entrenar la mente. El objetivo de la meditación es desarrollar cualidades como la bondad amorosa y la atención, así como una correcta comprensión de la realidad. Durante 2.500 años, los budistas han utilizado la meditación para eliminar la ignorancia y las toxinas mentales, es decir, las emociones destructivas, que son las principales causas del sufrimiento.
Seguir el camino budista nos permite aprovechar al máximo el conocimiento y la experiencia adquiridos por aquellos que, como el Buda, se han despertado del sueño de la ignorancia. Sin embargo, el conocimiento que proviene de la ciencia contemplativa, que es precisamente lo que es el budismo, es util para todas las personas independientemente de su religión o cultura. Todos tenemos una mente, todos somos esclavos de diferentes emociones, y todos pasamos por diferentes formas de sufrimiento.
El entrenamiento mental nos permite transformar la mente, superar las emociones destructivas y disipar el sufrimiento. Cualquiera puede utilizar e incorporar los numerosos y profundos métodos que el budismo ha desarrollado a lo largo de los siglos. Lo que se necesita es entusiasmo y perseverancia.
La meditación tiene un valor universal: sería una gran pena ignorar la posibilidad de transformar nuestra mente.